¿Qué pasaría si el mundo entero adoptara el enfoque del Reino Unido para reducir los daños causados por el tabaco?

El grupo de reflexión Consumer Choice Center (CCC), la organización independiente sin fines de lucro fundada en 2017 por una evolución de Students for Liberty, se ha preguntado esto. No es la primera vez que el CCC se ocupa de los cigarrillos electrónicos y las herramientas de reducción de daños.
Con su nuevo trabajo esta vez la organización evalúa el vaping desde una perspectiva puramente sanitaria, y examina los datos de 61 países, tomando como referencia las políticas de reducción de daños del Reino Unido. Aquí, explican los investigadores, los cigarrillos electrónicos son la ayuda más utilizada para dejar de fumar y hay unos 2,8 millones de vapeadores. De ellos, un millón son usuarios duales, es decir, usan el e-cig pero no han dejado completamente el tabaco, mientras que un millón y medio han dejado de fumar por completo. El país también tiene 1,3 millones de ex-fumadores que han usado los vaporizadores para dejar de fumar, pero que también ya no utilizan ní eso. Estas cifras se traducen, para el CCC, en una disminución neta de 2 millones de fumadores, lo que equivale a una reducción del 25%.

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