Un estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha concluido que el uso de cigarrillos electrónicos no tiene impacto significativo en la calidad del aire.
El estudio, publicado en la revista Environment Science and Pollution Research, se llevó a cabo en una habitación cerrada, sin ventilación directa al exterior. En la primera fase del experimento, cinco personas no fumadoras permanecieron en la habitación durante 12 horas. En la segunda fase, a estas personas se sumaron otras cinco que estuvieron vapeando también durante 12 horas.
Los investigadores midieron los contaminantes presentes en el aire de la sala y en el aire exhalado por los voluntarios no fumadores. Los resultados mostraron que la actividad de vapear no aumentaba la presencia de contaminantes en el aire. En los casos en que se observaron aumentos, se trataba de concentraciones bajas.
Este estudio ofrece información importante sobre el impacto del vapeo en la salud de los individuos, especialmente en lugares cerrados. Los resultados sugieren que el vapeo no representa un riesgo significativo para la calidad del aire en interiores.
¿Qué significa esto para la regulación del vapeo?
Los resultados de este estudio podrían tener implicaciones para la regulación del vapeo. En algunos países, el vapeo está regulado de la misma manera que el tabaquismo tradicional. Sin embargo, los resultados de este estudio sugieren que el vapeo podría ser regulado de manera diferente, ya que no representa el mismo riesgo para la salud pública.
Por ejemplo, los gobiernos podrían considerar permitir el vapeo en lugares públicos que actualmente están prohibidos para los fumadores. También podrían considerar reducir las restricciones sobre la venta y el marketing de los cigarrillos electrónicos.