Reino Unido apuesta por la reducción de daños del tabaco a través del cigarrillo electrónico

Reino Unido es uno de los países pioneros en la adopción de políticas de reducción de daños del tabaco. El gobierno británico, liderado por el primer ministro Rishi Sunak, se ha marcado como objetivo convertir al país en un país libre de humo para 2030.

Una de las estrategias clave para alcanzar este objetivo es la promoción del cigarrillo electrónico como una alternativa menos dañina al tabaco convencional.

Los datos respaldan la eficacia del cigarrillo electrónico

La evidencia científica demuestra que el cigarrillo electrónico es un 95% menos perjudicial que el tabaco convencional. Esto se debe a que el cigarrillo electrónico no produce humo, sino vapor, que contiene una cantidad mucho menor de sustancias tóxicas.

Además, un estudio del Instituto Wolfson de Salud de la Población de la Universidad Queen Mary de Londres ha demostrado que hay un 60% más de posibilidades de dejar de fumar con el cigarrillo electrónico que con otras fórmulas de nicotina, como parches, medicación u otras terapias de reemplazo.

La OMS se opone a la reducción de daños del tabaco

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es frontalmente contraria a cualquier estrategia de reducción de daños del tabaco. La OMS considera que estas estrategias pueden llevar a que los fumadores sigan consumiendo nicotina, lo que sigue siendo perjudicial para la salud.

Sin embargo, los expertos que defienden la reducción de daños argumentan que esta estrategia es la única que ha demostrado ser eficaz para reducir el consumo de tabaco y, por tanto, las enfermedades y muertes relacionadas con el tabaquismo.

Recomendaciones para el futuro

En el encuentro nacional 2023 sobre el cigarrillo electrónico, organizado por el Colegio de Médicos de Reino Unido, los expertos participantes hicieron una serie de recomendaciones para el futuro:

• Seguir movilizando a la comunidad científica internacional para generar más evidencia científica sobre los efectos del cigarrillo electrónico.
• Divulgar las políticas que se llevan a cabo en países como Reino Unido o Japón, que han adoptado estrategias de reducción de daños del tabaco.
• Pedir a los responsables políticos que opten por la regulación y no por la prohibición del cigarrillo electrónico, con normas que mejoren el acceso de los fumadores adultos a alternativas más sanas, limitando al mismo tiempo el consumo de tabaco a los jóvenes.

Conclusión

Reino Unido está demostrando que la reducción de daños del tabaco es una estrategia eficaz para reducir el consumo de tabaco y, por tanto, las enfermedades y muertes relacionadas con el tabaquismo.

Es necesario que otros países sigan el ejemplo de Reino Unido y adopten políticas de reducción de daños del tabaco.